Lluvia, frío y tormentas han
acompañado estas dos semanas en Sydney, a pesar de que estamos en verano y nadie
esperaba algo así. Quizás esto se pueda asemejar un poco al plano personal y a
lo que he vivido estas dos semanas. Estas semanas en mi corazón yo también he
sentido la lluvia (el llanto), el frío (de la soledad) y las tormentas (de mis
pensamientos). El motivo, pues así sin nadie esperarlo (como tormentas en el
verano), el pasado día 6 fallecía mi TIA AMELIA con 49 años mientras se
encontraba en su puesto de trabajo. Desde entonces han sido momentos complicados,
momentos de sólo pensar en los que más quieres y en sólo desear estar pasando
ese duro revés que nos da la vida junto a ellos. Momentos en los que la cabeza
no para de dar vueltas por estar tan lejos y en los que te llegas a plantear si
realmente lo que estás haciendo merece la pena. Momentos en los que te das
cuentas que una frase con una mala noticia es capaz de atravesar 17.000 km y
romperte el corazón en menos de 1 segundo. Momentos en los que te preguntas el porqué
de mil cosas y no recibes respuestas porque te sientes solo y destrozado. Momentos
en los que lo único que me ha ayudado a salir de esta situación ha sido rezar
pensando en todos aquellos que quiero y que sé que en esos momentos lo estaban
pasando muy mal. He intentado que me sintieran por todos los medios posibles, y
no quiero que mi blog esté ajeno a esa labor de enviar ánimos y fuerzas a
aquellos que quiero. Tio Antonio, Raquel y Lucía!! Estoy con ustedes y les
mando toda mi fuerza para que salgan pa´lante como decimos en nuestra tierra.
La canción preferida de mi TIA, a mi manera, pues donde quieras que estés TIA
escuchamos esta canción en tu honor.
El resto de aspectos durante
estas dos semanas se ha visto afectado por esta noticia, pero la vida sigue en
marcha y nadie para el tren para esperar por ti, así que o te agarras como
puedes aunque vayas pasándolo mal o te sueltas y vete a saber dónde caes. Ese
es el mundo lleno de competencia en el que vivimos y en el que no se nos
permite estar mucho tiempo sin dar lo mejor de nosotros mismos.
Tres días después de la noticia,
nuevo test para pasar de nivel. Situación difícil porque no había podido
estudiar bien ya que la cabeza estaba en otro lugar y porque cuando tuve la
pelea con los directores de la escuela, perdí 2 semanas en el nivel Upper
Intermediate 2, pero una vez más y con un poquito más de problemas que en los
otros test pasé la prueba con un más que respetable 79/100. Así que nuevo cambio
de nivel y ahora a cursar Upper Intermediate 3 o lo que es lo mismo, un nivel
por debajo del nivel Advance. Este va a ser el último nivel que curse en la
escuela, ya que después de estas 5 semanas que tenemos en este nivel
comenzaríamos la preparación para los exámenes de certificación de Cambridge
(First o Advance). Todavía me tengo que decidir cuál voy hacer, ya he hablado
en la escuela y me han dicho que me presente al que yo quiera, pero
sinceramente pienso que el Advance se me queda bastante alto, aunque no sé si
hacer ese por el hecho de aprender más aunque no supere el exámen.
En la semana 21 terminaron de
asistir a clase quizás el mejor grupo de compañeros que he tenido hasta el
momento, un grupo de taiwaneses que eran unas personas increíbles. Siempre los
recordaré en mi aventura australiana ya que se han portado fenomenal conmigo,
inclusive uno de ellos me regaló un libro, un CD de música taiwanesa y una
tarjeta donde decía que había sido un placer conocerme. La verdad que cuando
comenzamos las clases la semana siguiente se notaba la clase vacía.
La vida social no ha estado muy
activa debido al desánimo, pero aunque intentes no hacer nada, como decía al
principio, Sydney siempre tiene algo con lo que sorprenderte. En esta ocasión
una más que curiosa campaña publicitaria de Qantas (Compañía aérea australiana),
en la que construyeron el interior de un avión con arena y donde grabaron un
spot publicitario. Los trabajos duraron 1 semana y por aquí les dejo un poco la
evolución.
Por otra parte uno de los sábados
fuimos con Ehedei a esos sitios que conocen la gente que vive aquí. En medio de
tanto rascacielos y tanta gran ciudad uno de esos lugares que hacen especial a
Sydney, la reserva de Berry Island que nos permitió disfrutar de unas bonitas
vistas de la ciudad dentro de un bonito paraje natural.
Pues así de esta manera, donde la
vida te recuerda que no todo es risas y fiestas, aunque con ellas se vive mejor, pasaron dos semanas más en Sydney.
Hasta la próxima entrada!!
Saludos para tod@s!!
Jose