Para acompañar la
crónica de esta semana me apoyaré en el tema “Jardin de Rosas” del grupo DunCan
Dhu.
El tiempo continúa
corriendo en Sydney a un ritmo frenético y aunque a veces la rutina no me da
tiempo de darme cuenta de ello, algunas cosas que les contaré a continuación me
hacen caer en la cuenta de que el tiempo pasa muy rápido en Sydney.
Desde la última
crónica y hasta esta semana pasada he estado muy involucrado en el trabajo, ya
que hace dos semanas tuvimos que hacer las presentaciones individuales sobre
las soluciones que cada uno de nosotros, en sus campos respectivos, ha
desarrollado para el proyecto. Después de hacer mi presentación y ver la de los
demás compañeros, me siento bastante orgulloso del trabajo realizado durante
estos meses y de la forma en la que he hecho las cosas y, sobre todo, de la
manera en la que se lo he presentado a mi jefe.
El meeting de
presentación de soluciones ha sido con mis compañeros de trabajo, mi director
de proyecto y el CEO (dueño de la compañía). No voy a negar que mi inglés todavía
es limitado para tener que hablar durante 30 minutos en la exposición, pero
apoyándome en un buen power point y mi buen sentido del humor, he conseguido
campear el temporal que se me venía encima y maquillar las carencias
lingüísticas. Por suerte fui el último en hablar y pude comprobar la manera en
la que se desarrollaron las otras presentaciones para intentar no cometer los
mismos fallos y hacerlo lo mejor posible. Al final, sentí que todo salió bien y
que a todo el mundo le gustó mi presentación. Sentimiento que se corroboró en
las palabras del director de proyectos, que es propietario de una bodega de
vinos, y que delante de todos los compañeros dijo: “Si tuviera que dar una botella
de vino como premio a la mejor presentación, ésta hubiese sido para Jose”
(Evidentemente lo dijo en inglés jejeje).
En lo que respecta
a Itahisa, sigue en su lucha personal con el idioma y con ir poco a poco
construyendo su historia aquí y disfrutando de la experiencia a su manera. Como
ya les comenté, se ha decidido por el mundo de hospitality, y ha estado
compaginando dos restaurantes (un grill y un español) para poder trabajar las
20 horas semanales que le permite su visado. Al final, por los típicos
problemas de hostelería (pagos, propinas, etc…) ha decidido dejar el
restaurante español porque no estaba conforme con las condiciones, y poco a
poco sigue buscando el sitio donde más cómoda se siente sin olvidar que el
objetivo es conseguir coger algo de experiencia en su campo aquí en Australia.

Ya les comentaba al
principio que hay cosas que te hacen caer en la cuenta de que el tiempo pasa
muy rápido. Una de ellas es comenzar a ver los escaparates con los decorativos
de Navidad y encontrar algún que otro árbol en los centros comerciales. Pero la
actividad que me hizo caer en la cuenta de que el tiempo ha pasado muy rápido,
fue la celebración durante estas semanas de “Sculptures by the sea”, ese evento
al que asistí el año pasado en el que ponen esculturas en la zona de Bondi
Beach y que no dudé en acercarme este año para que Itahisa lo viviera en
primera persona. Les dejo por aquí algunas de las fotos más interesantes que
hicimos.
Por último y para
cerrar el mes de octubre y abrir el de noviembre volvimos a organizar una BBQ
australiana con algunos amigos y amigos de amigos que tenemos por aquí. El
lugar nuevamente Narrabeen, pero en esta ocasión nos cuadró un día muy ventoso
y no lo disfrutamos tanto como la vez anterior.
De esta forma, con
más trabajo que vida ociosa, han pasado algunas semanas más por Sydney. Por
delante volvemos a tener semanas de trabajo que contaremos en la siguiente
ocasión.
Hasta la próxima
entrada!!
Saludos para
tod@s!!
Jose