lunes, 31 de marzo de 2014

Marzo 2014

Un poco en sintonía con lo que se ha celebrado durante este mes de marzo en Sydney, el tema elegido para acompañar la crónica de hoy es “I was born this way” de la cantante “Lady Gaga”.



Un mes más pasa a formar parte de esta aventura que camina a ritmo frenético. Aunque todavía queda en el recuerdo el tiempo pasado en España, empezamos a caer en la cuenta que ya vamos camino del mes de abril y por tanto camino del invierno. Las temperaturas, los cambios de hora y las menos horas de sol, hacen que vayamos preparándonos para recibir lo que yo considero lo más depresivo de Australia, el invierno.

El pasado día 30 cambiaban en España la hora reduciendo la diferencia horaria a 10 horas con las islas, hasta el próximo día 6 de abril, momento en el que nosotros le daremos al reloj hacia atrás y reduciremos así la diferencia a 9 horas con las Islas Canarias. Desde ese 6 de abril quedará inaugurada la apertura de las épocas de depresión jejejejeje. El sol se apagará sobre las 17:30 - 18:00 los primeros días llegando a apagarse a las 16:40 – 17:00 para mediados de junio y julio. 

En cuanto a la vida por aquí pues seguimos en lo mismo. Trabajando, estudiando e intentando seguir resolviendo papeles que quedan pendientes para obtener los permisos de trabajo que me permitan trabajar a tiempo completo. Recuerdo que al tener un visado de estudiante, solo estoy autorizado a trabajar 20 horas a la semana y tengo que seguir acudiendo a las clases con una asistencia superior al 80%.

Desde el pasado mes de enero el abogado de la empresa tiene todos los papeles necesarios para aplicar por mi nueva visa y en consecuencia la de Itahisa. Pero no sé debido a qué razón, esta visa sigue sin llegar. En principio estoy un poco en desacuerdo con el proceso porque yo necesito la Visa lo antes posible, ya que económicamente me perjudica al no poder cobrar a tiempo completo porque no puedo trabajar a tiempo completo. Por otra parte, tengo que tener la cabeza en la escuela también y seguir haciendo todo el trabajo que la ésta precisa, por lo que no puedo estar 100% dedicado a la actividad de la empresa.

Yo ya le he hecho llegar este sentimiento a mis jefes y me han comentado que el abogado está defendiendo un caso complicado en las cortes australianas y que en pocas semanas tendremos noticias de esa visa. Por lo tanto, no me queda otra que seguir teniendo que esperar y aguantar un poquito más para obtener esa ansiada visa 457. Algunos se preguntarán… ¿y por qué no cambias de abogado? La respuesta es bien sencilla, como la empresa me patrocina, ésta tiene que presentar mucha información económica calificada como “confidencial” y es por ese motivo por los que solo puedo hacer el proceso con el abogado que me sugiere la compañía.

En cuanto a Itahisa, ahí sigue con su aventura y buscando sus oportunidades. Estamos convencidos que cuando tengamos la nueva visa podrá optar a una posición un poco más importante, pero por el momento sigue trabajando en el restaurante y en el internship de marketing que encontró por internet. Aunque no sea la oportunidad más importante que está teniendo aquí, estamos seguros que hacerlo bien ayudará a conseguir una buena carta de referencia para posibles ofertas laborales en el futuro.

En cuanto al ocio, parece que el tiempo nos quiere putear aposta, ya que durante toda la semana disfrutamos de días soleados y cielos azules, y cuando llega el finde solo vemos nubes y lluvias. De todas formas, el tiempo nos dio la oportunidad de poder disfrutar de la edición 2014 de uno de los festivales gays más importantes del mundo, el Mardi Gras de Sydney.

Al igual que el año pasado, la zona de Oxford St (lugar por excelencia de los gays) se engalanó para recibir la cabalgata más extravagante y desmedida que se organiza en esta ciudad cada año. Ésta se centra en la reivindicación al derecho del matrimonio homosexual en Australia y a promocionar todas esas empresas que luchan contra el SIDA en Australia.

                             


Esto no quita que mucha gente salga a la calle de unas formas que no pasan para nada desapercibidas. Y como Itahisa nunca había visto este festival, allí nos fuimos cámara en mano para compartirlo también con ustedes.

                              

                              

En esta cabalgata todo el mundo apoya este movimiento y esto hace que se vean imágenes tan peculiares como policías que están de servicio tomándose fotos con chicas semidesnudas. Me llama la atención que con el apoyo masivo que tiene, todavía no hayan conseguido que sus derechos se vean equiparados con los del resto de parejas heterosexuales, pero estoy seguro que esto será una cosa de tiempo y que no tardará mucho en llegar.

                              

                              

                              

                              

                              

                              

                              

                              

                              



Durante este mes, también el tiempo me dio la oportunidad de poder llevar a Itahisa nuevamente a Blue Mountains, ya que fuimos cuando vino en Navidades pero cogimos el tiempo muy malo. Con ropa deportiva y unos sandwiches, nos fuimos camino de las montañas dispuestos a meternos en sus entrañas y caminar un poquito por ellas. Aunque las caminatas sean un no parar de subir y bajar escalones, merece muchísimo la pena hacer esos caminos (cada uno a su ritmo) para poder ver unos parajes naturales increíbles a sólo 1 hora y 30 minutos conduciendo desde el centro de la ciudad.


                              

Les dejamos por aquí algunas instantáneas de los sitios por lo que estuvimos. Pero como ya les digo siempre, para disfrutarlas bien tienen que venir a verlas y a caminarlas por dentro!! Desde luego que el guía no faltará a la cita!! ;)

                              

                              

                              

                              

                              

                              

                              

                              

                              

A parte de todo esto y debido a que la inversión multimillonaria procedente desde China llegó a mediados de mes, a finales de marzo, aprovechando que tengo vacaciones en la escuela y puedo trabajar full time, la compañía decidió mandarme por un par de semanas al desierto a hacer un poquito de “trabajo sucio”. Pero ya esto se los comentaré en la crónica de abril.

Hasta la próxima entrada!

Un saludo para tod@s,


Jose

domingo, 2 de marzo de 2014

Febrero 2014

Durante este mes de febrero he tenido la oportunidad de vivir una experiencia en el desierto australiano, es por ello que el tema elegido para acompañar la crónica es la banda sonora de la película del Oeste “For a few Dollars more”.





Antes de meterme de lleno en la historia del desierto y comenzar a dar tiros, permítanme que les haga un breve resumen de lo que acontece en estos momentos por Australia. En este mes de febrero han sucedido bastantes cosas que nos hacen caer en la cuenta (o por lo menos a mí), que nuestra vida por Sydney ya empieza a ser vida y deja, cada vez más, de ser aventura y búsqueda de oportunidades. La rutina poco a poco se va apoderando de nuestro estilo de vida y el trabajo y las clases comienzan a ocupar todo el tiempo de la semana y me dejan tan agotado que, durante el finde, lo único que me apetece es estar en casa y descansar o simplemente pasar el tiempo aquí. También puede que esto ocurra porque en las últimas semanas el tiempo no está acompañando, por lo menos los sábados y domingos.

Como siempre, y pasito a pasito, ha pasado un mes y medio desde que me incorporé nuevamente al trabajo, y esto se traduce en que cada vez estoy más adaptado y cómodo en mi rol dentro de la empresa, donde las cosas van saliendo poco a poco y donde estamos un poco con el paso cambiado hasta que nuestros amigos los chinos decidan hacernos una inversión multimillonaria, para ya por fín, poder arrancar con los diferentes proyectos y empezar a ver como todo el trabajo realizado hasta ahora se empieza a plasmar en la realidad.
Por otra parte, durante este mes Itahisa ha comenzado a dar sus primeros pasos en la búsqueda de una oportunidad laboral. A finales de enero la llamaron de una comunidad dental online para hacer una entrevista donde se optaba a la posición marketing en el entorno de las redes sociales. Finalmente y tras un mes de espera, Itahisa ha recibido una llamada donde se le precisa en esa empresa para la realización de un análisis económico de la situación y el mercado dental en Sydney, y el desarrollo de medidas para atraer pacientes a las clínicas dentales, así como atraer dentistas y clínicas a anunciarse en dicha comunidad. Así que como vemos poco a poco van saliendo las cosas y ya por lo menos se van cumpliendo objetivos, la ansiada experiencia laboral en Australia llega para Itahisa y ahora depende de lo bien que lo haga y lo aplicada que sea para conseguir, o bien un contrato, o bien una buena carta de recomendación que le ayude a seguir abriendo puertas en este mundo laboral.

Por otra parte, en este mes de febrero también hemos cumplido un mes en nuestro nuevo piso. Ya empezamos a sentir que esta es nuestra casa y cada vez estamos más cómodos en ella. Concretamente, el mes lo hicimos el día 25 de febrero, mismo día en el que mi hermano se adentraba ya en la década de los 30 y en el que pasaba de ser un muchacho a ser un hombre. Desde Sydney le deseamos lo mejor en esta década y lamentamos no haber podido vivir esa fiestilla sorpresa que preparó la familia. Este es el típico momento en el que uno no desearía estar tan lejos para poder estar presente, pero gracias a Dios las tecnologías nos permiten acercarnos un poco y que estos momentos no sean tan fríos. Felicidades Luis!!

Ahora sí, metiéndonos en el trapo y poniéndonos el sombrero de Cowboy, paso a comentarles un poco la aventura vivida en estos días por el desierto. El motivo de la visita al desierto principalmente era conocer de primera mano la zona donde se van a desarrollar los diferentes proyectos y resolver algunas “tareas” que había pendientes por hacer allí. En mi caso, instalar unos repetidores para mejorar la cobertura móvil, revisar todas las canalizaciones de agua del pueblo y un poco apoyar a los demás compañeros en las tareas que ellos tenían que hacer. El lunes 10 a eso de las 18:30 de la tarde poníamos rumbo al infierno circulando por la carretera que va hacia las famosas Blue Mountains, emprendíendo así una aventura en coche que iba a durar aproximadamente unas 14 horas (1.260km) y que nos obligaba a atravesar el estado de NSW de punta a punta. El primer objetivo y antes de que nos cogiera la madrugada, era llegar a un pueblo llamado Bathurst a unas 4 horitas y media de Sydney. Antes de poner rumbo a ese pueblo hicimos parada en la gasolinera donde llenamos unas garrafas para poder tener reservas en caso de que no hubiesen gasolineras. A eso de las 12 de la noche llegábamos a Bathurst, y parábamos por miedo a no encontrar ningún motel abierto después de esa hora y por miedo también a toda esa fauna australiana que le da por salir por la noche a las carreteras: canguros, cabras, ciervos, avestruces, koalas….

                               



Tras hacer noche en este pueblo, quedaba el gordo del camino por hacer, unos 860 km. Los primeros 420 km de ese día los hice yo al volante, el termómetro pasó de estar en 24º a 41º en apenas 3 horas de camino, la situación ya empezaba a ser un poco delicada. Varias veces y debido a encontrarnos en el medio de la nada, tuvimos que parar a repostar y tirar de esas benditas garrafas que compramos. Qué hubiese sido de nosotros sin esas garrafas. En uno de los repostajes, sobre las 17:00 de la tarde y ya metidos en pleno desierto, parábamos y teníamos que hacer el repostaje a 45º y sin sombra debido a la ausencia de vegetación. Fue bastante increíble como iba cambiando el panorama a medida que avanzaban los kilómetros y también lo pesadas y aburridas que eran las carreteras, tan sólo líneas rectas donde veías un coche cada 15 o 20 minutos con algo de suerte. A eso de las 19:30 de la tarde llegábamos al famoso pueblo australiano de Broken Hill. Este pueblo sería nuestro cuartel general e iríamos conduciendo hasta Olary (donde vamos a desarrollar el proyecto) los siguientes días.

                               

                               

                               


Después de llegar al pueblo y hacernos con otra habitación en un motel de esos de carretera, nos dio algo de tiempo para sacar unas fotillas, tomar algo de cenar y meternos en la cama, pues a las 5am pondríamos destino hacia Olary.

                               

                               



El camino de Broken Hill a Olary a las 5 de la mañana se puede clasificar como operación de alto riesgo, debido a que sobre esta hora es la temperatura más fresca, sobre los 34 grados, y una gran cantidad de animalitos salen en busca de comida, por lo que estar al volante supone tener que estar muy atento y con los ojos bien puestos en la carretera. Cada 20 metros encontrábamos canguros, conejos o cabras a los lados de la carretera. El problema es que algunos son algo suicidas y cuando ven los coches y camiones les da por saltar contra ellos. De hecho ese día yo tuve que volver a hacer unas gestiones a Broken Hill y en una hora de camino conté alrededor de 50 canguros muertos en las orillas de la carretera. Fue algo que me impresionó, pero si algo sobra en el desierto es calor y canguros, así que no creo que la gente esté muy preocupada por esto. En España se ven perros y gatos muertos por las carreteras y aquí se ven canguros.

                               




Una vez llegamos a Olary algo muy desagradable invadió nuestro cuerpo, y no, no era el calor, eran las millones y millones de moscas que pueden haber en el desierto. Era tan incómodo que necesitábamos utilizar unas redes en la cabeza para protegernos de ellas. Otra cosa de la que me di cuenta a nuestra llegada es de la inmensidad de ese desierto, nada en 150 km cuadrados, de ahí que el hotel de ese pueblo (donde sólo está el hotel y un almacén de nuestra empresa), se llame Oasis Olary Hotel. Les aseguro que es muy distinto el nombre de lo que realmente nos encontramos en este lugar. Puede haber sido el sitio más cochino en el que he estado en mi vida. Las fotos no hacen justicia a la cantidad de basura que había en ese hotel, pero si son buenos observadores podrán ver cosas muy desagradables en las siguientes fotos. Por ejemplo, fíjense en el alto de la barra del bar, o en las moquetas y paredes de la habitación, o la colonia de insectos que pude encontrar en una de las habitaciones. ¿Dónde están los inspectores de turismo por aquí? Lo más cómico de todo es que la noche en este lugar sale $155, eso sí, con todo incluido jajajaja. A Dios doy todavía gracias de que por lo menos pudimos encontrar el motel en Broken Hill porque yo allí no me hubiese quedado.

                               

                               

                               

                               


En cuanto al pueblecito, nada de nada… Todo viejo y abandonado como si fuera una ciudad fantasma! Eso sí, una experiencia única para vivirla y sacar fotos de lo más curiosas. De resto estuvimos chequeando como ya dije las diferentes tareas y pasando unos tres días que creo que no olvidaré en mi vida.

                               

                               

                               

                               

                               

                               

                               

                               


El jueves sobre las 11:30 de la mañana seguíamos rumbo al Oeste para llegar hasta Adelaide (aproximadamente 5 horitas en coche) y desde allí coger un avión hasta Sydney para volver a estar en la civilización, y por lo menos en mi caso, en un lugar limpio!

Esto es lo que dio de sí el mes de febrero y la experiencia en el desierto. En la próxima crónica seguiremos contando cómo siguen saliendo las cosas por aquí y si hay algún acontecimiento socio cultural pues también lo archivaremos entre estas líneas del blog.

Hasta la próxima entrada!

Un saludo para tod@s,


Jose