miércoles, 19 de septiembre de 2012

Viaje a Sydney


A las 12:15 hora peninsular me presentaba en la T4 de Madrid-Barajas para coger mi vuelo con destino Sydney, previa escala en Dubai. Lo primero fue localizar la facturación de Fly Emirates, cosa que no fue muy problemática ya que en la T4 está todo perfectamente señalizado.


Lo siguiente que hice fue forrar en plástico la maleta que iba a facturar con el fin de que esta no sea abierta si no estoy yo delante, hombre previsor vale por dos. Esta maleta iría directa a Sydney, por lo que únicamente me tenía que preocupar del equipaje de mano hasta mi destino.

Tras pasar los controles de seguridad pertinentes, cogí el tren que te lleva a la T4S desde donde salen los vuelos internacionales. Allí la policía nacional es testigo de tu salida del país. Tras caminar 10 minutos por la T4S llegué a la puerta de embarque de mi vuelo y allí comencé mi preparación psicológica para las 22 horas de vuelo que me esperaban a continuación. Ultimas llamadas a la familia, últimos whatsapps y últimos twits hasta que una red wifi permita volver a establecer contacto con los familiares.




Con máxima puntualidad comenzó el embarque, embarcando primero los de las filas traseras del avión. Me tocó el último asiento del avión en la fila central con asiento en pasillo. Mi aventura de inglés ya había empezado. Sólo una tripulante de cabina hablaba español y casualmente no era la que atendía mi zona. Cuando ya estaba mentalizado de que ya tocaba escuchar sólo inglés, llegan mis compañeros de viaje, no puedo evitar echar una sonrisa cuando veo que uno es un andaluz de esos con mucha gracia, y un rumano que habla tanto español como inglés, así que todas las dudas al rumano!!

 El avión es bastante grande y cómodo, en tu asiento tienes una consola con la que puedes estar todo el rato entretenido, tienes películas (la mayoría en inglés, pero hay algunas en español), CD´s completos de música, TV, juegos, cámaras del vuelo en directo, toda una serie de elementos multimedia que hacen que el viaje sea más ameno y divertido. Aparte de la consola, tienes un enchufe para cargar tu portátil o Tablet. Fly Emirates te da una manta y unos auriculares para que disfrutes más de tu vuelo. Todo esto unido con las cosas que llevas, ipad, Pc, mp3, hacen que el vuelo pase realmente rápido y no se haga tan pesado como parece en un principio.


Aparte del entretenimiento, la tripulación ofrece un servicio exquisito, están todo el rato atentos a los pasajeros para que su vuelo sea lo más agradable posible. Comienzan dándote una bebida que elijas y un snack salado, para posteriormente pasar a servir el menú. En mi primer vuelo me tocó ensalada de salmón, pollo con arroz y tarta de queso. El resto del vuelo, las azafatas están todo el rato sirviendo agua y zumos a los pasajeros.

Entre que vi una peli, jugué un poco al PC, hablé con el de al lado y comí, sin darme cuenta ya estaba plantado en Dubai, este vuelo parecía que no había sido tan duro. Nuestro avión llegó con media hora de retraso a Dubai, pues por cuestiones de tráfico aéreo tuvo que estar dando vueltas en el cielo de Dubai durante media hora. Una vez llegué a Dubai sobre las 01:15 am, una elegante terminal te da la bienvenida, durante todo el trayecto hasta tu nueva puerta de embarque vas viendo personal de tierra de Fly Emirates que te guían perfectamente hasta la puerta de tu vuelo de enlace. Eso sí nada más salir del avión tuve un control de seguridad, y antes de subir al nuevo vuelo rumbo a Sydney, me abrieron todo el equipaje de mano e inspeccionaron que todo estaba correcto. Casi sin tiempo y gracias a la wifi gratuita del aeropuerto de Dubai, puedo mandar un whatsapp a los familiares para comunicar que todo va bien y que ya estoy embarcando rumbo a Sydney. He tenido apenas media hora para estirar los pies, y ya estoy metido otra vez en un avión similar al anterior.

En el segundo vuelo, me tocó en la fila 27, justo detrás de la clase bussines, en esta ocasión me senté en una de las filas laterales del avión (3 asientos) en el asiento central. Por un lado un señor de unos 60 años, típico londinense flaco, rubio y con gafas muy antipático, y por el otro lado una asiática un poco más amable (aunque tampoco la entendía mucho), pero que no se levantó en las 14 horas que duró el vuelo.



A este vuelo llegué bastante cansado, pues intenté no dormir nada en el de Dubai, para dormir lo máximo posible en este. Este avión era el mismo modelo que el anterior, pero un poco más nuevo. La consola era más moderna y tenía tanto para enchufar el portátil a la corriente, como para enchufar tu pen drive e ir viendo películas. Este vuelo al ser más largo que el de Dubai, Fly Emirates te da aparte de la manta y los auriculares, un bolsito con unos calcetines, antifaz y cepillo de dientes. 
Nada más despegar, me puse una película y me quedé dormido, a las dos horas de vuelo, nos despertaron para servirnos el desayuno, aquí comienza la saturación de comida y el desajuste estomacal, para mi cuerpo eran las 2 de la mañana cuando me dan el desayuno, aunque supuestamente son las 5:30 de la mañana hora de Dubai, que son las 10:30 am hora de Sydney jajaja, mi estómago reaccionó igual a este cacao de horarios tolerando malamente el desayuno. El desayuno estaba compuesto de un croissant, unos huevos revueltos con jamón y champiñones, un panecillo con mantequilla y mermelada y un zumo de naranja.
Luego me volví a quedar dormido hasta que 3 horas después pasaron nuevamente las azafatas dando pizzas otra bebida y una chocolatina, evidentemente no comí nada de eso, pero el típical londinense, parecía español, todo lo que le daban se lo comía. Cuando el guiri termino de comer, le pedí que me dejase levantar para estirar un poco las piernas. Estuve una media hora caminando por el avión y de pie. 


Los baños del avión son pequeños pero están muy bien, incluso tienen crema y colonia para asearse un poco. Al ser un vuelo de noche es muy tranquilo, la cabina está totalmente oscura y todo el mundo va durmiendo o viendo películas, así que es fácil descansar. El techo del avión se ilumina como si tuviese miles de estrella y se crea un ambiente muy acogedor para dormir, aparte de esto si te molestan las pantallas de los compañeros de vuelo o las luces de alguno que vaya leyendo, en el neceser tienes el antifaz.


Una vez estiré las piernas, vuelta al sillón y vuelta a dormir, nuevamente me despertaron para esta vez almorzar, el menú era otra ensalada en este caso de gambas, y un segundo compuesto por pescado o pollo (Que se equivocaron debido a mi inglés y me pusieron pollo, pero yo quería pescado) para terminar de postre me pusieron una tarta de chocolate. La comida de Fly tiene unas especias picantes que para mí que no estoy muy acostumbrado me resultan un poco fuertes. Luego otra vez, estirar las piernas media hora, pasar por el baño, y al sillón.

En esta ocasión me puse un CD para quedarme dormido, luego cuando quedaban 2 horas para aterrizar, me dieron la tarjeta de declaración de cosas que llevo en la maleta. La rellené y ya sólo quedaba 1 hora y media para terminar el vuelo. No encontré mejor forma de entretenerme que jugando una partida al fifa 12 en el ordenador. Así me entretuve hasta que por cabina mandaron a apagar todo porque ya por fin íbamos a llegar a Sydney.

Una vez aterricé en Sydney, piensas que has llegado al fin del mundo y repasas el viaje, y para la cantidad de horas que son en el avión no te da la sensación de estar tan cansado, y eso que yo hice el vuelo sólo y se me pudo hacer un poquito más largo que a alguien que vaya acompañado.

A la llegada a la terminal ves que hace fresquito, y que has pasado de los 32º de GC a los 39 de noche de DUBAI a los apenas 12 que había anoche cuando llegué a Sydney. Todo esto en 24 horas!! También te das cuenta nada más entrar la organización que hay en el aeropuerto, todo va focalizado al mismo punto, el control de aduanas. Ya por los pasillos te das cuenta de que estás en Australia, pues al igual que los americanos se sienten muy orgullosos de su país y lo demuestran por todos los rincones con fotos de canguros, banderas de Australia, carteles de bienvenida.



Una vez llegas al control de aduanas, le das tu pasaporte y la tarjeta de declaración a la persona del control. Esta te sella el pasaporte y automáticamente pasas a una línea de distribución de personas que en función de lo que hayas declarado y de donde vengas te mandan a que te revisen el equipaje o a salir directamente. Yo puedo decir que pasé la aduana Australiana sin que me abrieran la maleta.

Una vez salí de la terminal, me dirigí al punto de encuentro que era donde me estaba esperando un representante de EF que me trasladó a mi residencia. Luego, me acomodé, contacté con mis padres y novia por internet, me di una refrescante ducha y me dispuse a descansar como si fuese un bebé. La aventura del viaje ya había terminado, ahora comienza la aventura verdadera, aprender inglés y sobrevivir en Sydney!!

Saludos,

Jose

6 comentarios:

  1. Que bueno Jose! Ahora toca lo mejor, disfrutarlo! Seguiré por aquí tus aventuras Australianas.
    Abrazote crack!

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  2. Que bien Jose! Menudo viajecito ;) me alegro que hayas llegado bien, ahora a adaptarse a Australia. Besotes

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  3. Me alegro que el viaje no se te haya hecho tan pesado como parecía a priori y que no te hayan parado en la aduana por bioterrorista armado con algún fruto seco Jajaja A disfrutar de la aventura que comienza! Un abrazo!!!

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  4. Ya entre perfecto
    ldiasan

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  5. El anterior fue como anónimo
    Vamos a por este

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  6. Mucho nos alegra verte bien, con ganas e ilusión.

    Siempre te tendremos presente, pues algo nuestro está en Sidney.

    Un abrazo, Perico y familia

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